¿Quién soy?

         El odio es un sentimiento que no tomo a la ligera. Es devastador, destructivo. Arrasa con todo lo que está a su paso. Corrompe, encadena. Se acompaña de otros sentimientos tan mezquinos como él. Todas las fobias a los seres humanos diferentes son encendidas por él. Te odio porque no eres de mi raza, te odio porque no eres de mi nacionalidad, te odio porque eres homosexual, te odio porque no crees en lo que yo creo, te odio simplemente porque no eres como yo.

            El odio es el combustible para todo tipo de crímenes: asesinatos, violaciones, torturas. El odio es manipulador. Doloroso para quien lo recibe y para el que lo siente también, porque no tiene paz —o algún día— no la tendrá. Se mete en cada célula del cuerpo, la enferma. Es un cáncer. Se alimenta de sí mismo. Es contagioso y una vez se propaga no hay cómo detenerlo. El odio vive en los corazones vacíos, en la falta de amor, en el maltrato, en la avaricia.

         Como soy muy curiosa solicité un estudio de mi DNA. Aquí están los resultados. La mayoría eran esperados, otros me sorprendieron. Pero, sobre todo, me di cuenta que cada porcentaje de mi DNA es una historia de amor y no de odio. En mí está la presencia del español, del africano y el indio. Esa mezcla no me sorprendió. Cada puertorriqueño vive orgulloso de ella. Curiosamente en mi DNA hay un porcentaje de judío y árabe. Enemigos desde todos los tiempos. No me importa cómo llegaron a ser parte de mi ser. Lo que me importa es que lo son. Lo que quiero decir es que es inútil odiar o discriminar a nadie. El odio no debe tener cabida en nuestro corazón. ¿Quién sabe quién puede ser tu bis abuela? Y si hubiera manera de determinar genéticamente la homosexualidad, estoy segura de que también estaría en mi DNA.

            Mi esposo dice que ando como los hippies amando a todo el mundo y deshojando florecitas. Pues sí, ¿y qué tiene de malo? Ahora tengo evidencia. Cualquiera puede ser mi hermano.

DNA de Melba

58% Europa

            43% Península Ibérica

            10% Italia/Grecia

              2% Europa del Oeste

              2% Finlandia/Rusia

              1% Judío Europeo

28% África

               9% Benín/Togo

               9% Costa de Marfil/Ghana

              3% Sureste Africano

               3% Cameron/Congo

               2% Senegal

               1% Mali

12% Nativo americano – Indio taíno

  2% Medio Oriente

39 comentarios en “¿Quién soy?

  1. Marcial Candioti dijo:

    HOLA MEL, AMIGA DEL ALMA: CREO QUE EL ODIO CORROMPE Y CONTAGIA, O ARRUINA LA VIDA DE LAS PERSONAS, COMENZANDO POR QUIEN LO SIENTE.

    EN VERDAD NO SE QUE ES EL DNA, Y COMO SE CONSIGUE. PERO ES INTERESANTE, COMO TU ESCRITO, QUE ESTA VOLCADO CON EL CORAZÓN.

    TE DEJO UN ABRAZO GRANDOTE, GRANDOTOTE ( MÁS GRANDE ) Y MIS MEJORES DESEOS MEL.

    MARCIAL

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  2. aubescrit dijo:

    Querida Melba:

    Sin lugar a dudas un artículo hermoso.
    Ojala pudiéramos vivir con menos odio. Ojala pudiéramos vivir los unos con los otros sin mirar raza, sexo, nacionalidad, orientación sexual, genero, ni absolutamente nada. Que al final de cuentas todos somos personas, miembros de la misma humanidad.

    Un abrazo desde México 🙂

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  3. serunserdeluz dijo:

    Amiga, perdona que no comente la primera parte de tu interesante post, esa palabra no está en mi vocabulario ni en mi mente.

    Por otro lado, lo que comentas de averiguar sobre tu ADN ¡wow! qué interesante, yo he tenido intenciones de hacerlo, pero por uno u otra cosa se quedó entre mi larga fila de «pendientes», una vez visto lo que tú sabes ahora de tus orígenes, me da más curiosidad saber de los míos. Ya perdí los enlaces donde se piden esos datos ¿me los puedes pasar? a ver si esta vez no se me atraviesa algo y sí los pido.
    Según recuerdo te dan tu historia genética ya sea del padre o de la madre ¿pediste ambos? yo no sabría por cual decidirme.

    Abrazos de luz y gracias por compartir tu historia genética, vienes de todas partes, por eso amas a todo mundo (y todo mundo te ama)

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  4. Jorge Pellegrini dijo:

    Tienes razón respecto al odio, que a diferencia de la envidia, es un sentimiento constructor pero de todo lo negativo y destructivo. Uno solo pueda dar lo que le sobra, nadie da aquello de lo que carece y así quien da amor es porque le sobra amor, quien da odio es porque lo tiene en exceso. Buen día.

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    • melbag123 dijo:

      Gracias Jorge por leer y comentar. Siguiendo la línea de tu comentario, debemos llenar de amor a las nuevas generaciones para que les sobre. Cuando veo a los jóvenes terroristas, veo criaturas llenas de odio porque así crecieron. Igual los criminales, claro que con sus excepciones. Yo nunca pierdo la esperanza de que esto suceda. Tal vez una idea muy utópica, pero no sé vivir de otro modo. Un abrazo.

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  5. antoncaes dijo:

    Mi mujer dice que estoy mal del odio porque no la hago caso. Tu crees que eso es por que soy odioso, o solo sordo. 😉
    Dicen que si la envidia fuera tiña no habría nada más que tiñosos. Es uno de los males del que odia.

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