Un poquito de sabor…

Pedro y Rebeca se conocieron siendo cocineros de un restaurant muy importante en la gran manzana de Nueva York. Todavía se encontraban en la escuela de artes gastronómicas y deseaban, más que nada, convertirse en chefs de renombre internacional. Querían llevar la comida latinoamericana a otra dimensión y que fuera reconocida en todas partes del mundo. Tenían tantas cosas en común, que era natural que se enamoraran entre ollas y cuchillos. Pasaban las horas mirándose a los ojos e imaginando deliciosas recetas con el sazón y gusto criollo que tanto se degustan en las Américas y el Caribe.
Algunas de los platos los ensayaban con un grupo selecto de clientes sin que se diera cuenta el dueño del restaurant, pues les interesaba saber qué pensaban sobre los sabores, pero no querían dejarlas allí, sino que las querían para el restaurant que ansiaban poner cuando se graduaran. Iban guardando sus secretos…
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No hay nada mejor que hacer las cosas con amor y lo mejor que se sabe. Aunque esté fuera de carta. Un abrazo
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Gracias, amigo. Definitivamente, todo hay que hacerlo con amor. Un abrazo. Mel
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Fuera de carta, fuera de serie, apartándose del camino o abriendo caminos nuevos… el buen amor incita, estimula, excita, insinúa pero nunca empuja. Descubrir ríos para construir juntos los puentes…
Mil abrazos, querida Mel.
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Aún sin proponértelo, llenas mis páginas de poesía. Mil abrazos para ti también.
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